
La metodología desarrollada se llama 'pirólisis FTIR', la cual utiliza electricidad para calentar súbitamente fragmentos de meteoritos a tasas de 20.000 K por segundo, tal como ocurre cuando estas rocas atraviesan la atmósfera e impactan a la Tierra. Durante el proceso de electrificación de los fragmentos de meteoritos, los científicos midieron los gases emanados, resultando que las rocas sorprendentemente liberan más del 12% de su masa total como vapor de agua, y un 6% como dióxido de carbono.
Estos porcentajes se calcularon en base al análisis de 15 fragmentos, y ayudan a concluir que si hubo una gran lluvia de estos meteoritos en el pasado, es la que debió haber hecho a la Tierra más habitable. Richard Court, líder del grupo de investigación, indica que esta gran lluvia podría corresponder a la llamada Late Heavy Bombardment (LHB, Bombardeo Severo Tardío), la cual ha sido ampliamente documentada por geólogos y científicos afines y que debió haber ocurrido hace 4.000 millones de años atrás.
Court y sus colegas utilizaron modelos publicados para este LHB, y calcularon que aproximadamente 10.000 millones de toneladas de dióxido de carbono y agua habrían sido depositados en la Tierra, sobre el periodo de 20 millones de años en que duró dicho 'bombardeo'. Estas cantidades de ambos compuestos vitales serían las acertadas como para explicar las abundancias que hoy existen en la Tierra.
La investigación aporta por primera vez firme evidencia acerca del origen de la habitabilidad de nuestro planeta.
Escrito por José Ojeda, red astronomica de chile para Astronomia ESP
Fuente: AESP
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