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Este blog aborda los descubrimientos de planetas desde una perspectiva amena y sencilla, pero siempre precisa y contrastada, para una lectura agradable.

16 julio, 2010

Mundos errantes: Los Planemos

Hoy toca hablar sobre un tipo de planetas muy particulares. A pesar que es posible que haya muchos repartidos por el cosmos, estos mundos son extremadamente raros. Antes de nada, para comprender más fácilmente estos mundos, hay que hacer, ni que sea, una breve definición de “Planeta”,…:

Un Planeta es un cuerpo que orbita alrededor de una estrella, que posee suficiente masa como para que su campo gravitatorio le haga adoptar una forma esférica.

Es una vaga definición, pero ya nos sirve, pues el principal rasgo de estos mundos es que no orbitan alrededor de ninguna estrella. Vagan libres en las profundidades del espacio, sin el calor de una estrella madre. Se les conoce como “Planemos”, y de momento, no hay muchos catalogados.

A principios de agosto de 2006, los medios de comunicación (por ejemplo, este) informaban sobre el hallazgo de los dos primeros planetas de este tipo. Estos dos mundos (representados aquí abajo)  forman un planeta doble, orbitándose mutuamente a una distancia equivalente a 6 veces la que separa el planeta enano Plutón de nuestro sol. Eso son unos 30.000 millones de km. Ambos son gigantes gaseosos monstruosos. Uno de ellos posee 7 veces la masa de Júpiter, mientras que el otro, posee el doble de masa, entre 13 y 14 veces la masa que posee nuestro gigante. Ambos mundos están situados a 400 años luz de nosotros.501718dj2 Desde entonces, no se han hallado muchos más mundos con este perfil. Podemos, eso si, hablar un poco sobre el perfil en general que poseen estos mundos, ya que todos, sean más o menos grandes, sean gaseosos o no, tienen una serie de características en común.

Para comprender estos mundos, antes hay que explicar cómo nacieron. Se sabe que todos estos mundos se formaron dentro de un Sistema Planetario, con una estrella recién nacida como madre. En estos Sistemas recién nacidos, el polvo de condensa para formar rocas, rocas que empiezan a colisionar, “creciendo” a la vez que ganan masa y gravedad. Eso hace que más cuerpos y de mayor tamaño sean capturados y absorbido por estos mundos en su siempre constante y frenético crecimiento. Mientras crecen, aparece un peligroso efecto no deseado. Según los modelos informáticos, se ha descubierto que, con los impactos, los jóvenes planetas pierden estabilidad, y sus orbitas son alteradas. El Sistema sufre un caos espectacular, con desenas o centenares de planetas que varían en tamaño desde uno similar al de la luna, hasta mayores que nuestro Júpiter. Nos encontramos, pues, con un Sistema Solar en el que la mitad de los planetas colisionan contra su estrella, o entre ellos. Hay mundos gigantescos que se estacionan a pocos millones de km de distancia de su estrella (los famosos Júpiter Calientes) , otros que hallan orbitas similares a la de un cometa (Júpiter excéntricos), y hay otros que salen despedidos del Sistema, perdiéndose en el espacio para siempre. Estos últimos son los que nos interesan, y son los que comentaremos a continuación.

Como ya sabemos de sobre estos cuerpos, no poseen  una estrella propia, por lo que tampoco tienen orbita. Jamás pasan dos veces por el mismo punto, simplemente siguen la rotación de la Vía Láctea, como lo hace cualquier estrella. Tampoco tienen el ciclo día/noche, pues las lejanas estrellas del firmamento no proporcionan ni luz ni calor.

Por ese mismo hecho, podríamos pensar que son mundos extremadamente fríos, sin posibilidad de vida. Pero hay quién cree que eso no tiene porqué ser así. Para comprender las teorías siguientes, hay que pensar en nuestro propio Sistema Solar, en el que hallamos Planetas de tipo rocoso, y Planetas gigantes gaseosos.

Es casi seguro que ambos tipos de planeta se hallan vagabundeando por las profundidades del espacio. Podemos clasificar las teorías sobre el calor y la posibilidad de vida de estos cuerpos.

Si estamos delante de un cuerpo rocoso, podemos hablar del calor geotérmico. Aunque haya zonas de este mundo que posea temperaturas inferiores a los -200ºc, los volcanes pueden calentar ciertas zonas, especialmente zonas subterráneas, con agua en estado líquido, calentada por el calor interno del planeta. En esas zonas, pueden haber bacterias que vivan comiendo minerales de subsuelo, y con un medio acuoso, podrían vivir y reproducirse sin problemas. Hablamos de oasis en un desierto helado, un desierto donde posiblemente la atmósfera esté permanentemente congelada.

Luego, nos encontramos con la posibilidad de que este mundo sea un gigante gaseoso. Un gigante gaseoso siempre posee un núcleo rocoso fundido, con temperaturas muy elevadas. A pesar de que no existe una superficie sólida,(sin superficie sólida no hay volcanes), el calor del núcleo asciende calentando el planeta, y moviendo la atmósfera. En la parte más externa de estos mundos gigantes solitarios, las temperaturas serían de cientos de grados bajo cero, pero a cierta profundidad, las temperatura son similares a las terrestres, con una presión similar o un poco superior a la que nosotros sufrimos en la tierra.

A pesar de que esa zona no es demasiado ancha, a lo mejor tenemos una biosfera en este mundo de 40 o 50 km de grosor, ya que las bacterias pueden soportar temperaturas más o menos elevadas. Sería vida microscópica que flotaría libre en la atmósfera, alimentándose de los gases que componen esas atmósferas.

Finalmente, hay otro factor que tener en cuenta: las lunas. Pequeñas lunas que, quizá, acompañen a estos mundos gigantes. En ellas, el calor procedente de la fuerza de marea del planeta padre, puede mantener el núcleo de esas exolunas fundido. No es nada descabellado, eso pasa en nuestro propio Sistema Solar. La luna Io, la más próxima a Júpiter, es un buen ejemplo.

Es evidente que estos mundos son mucho más propensos para la vida que lo que se podría esperar. Pero las apariencias engañan, y, a lo mejor, algún día hallaremos un nuevo Planemo que nos dé una gran sorpresa, quién sabe.

2 comentarios:

  1. Hola!! estoy haciendo un trabajo de master sobre los planetas extrasolares. Me parece muy interesante tu artículo. Hay que ver lo pequeños que somos en la inmensidad de las profundidades del universo. =)

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  2. Hola! Pues si, creo que somos como unos diamantes, pequeños pero valiosos, lo que no significa que tengamos que ser extraños... Como va tu master? Avisame si ves algo muy interesante alla arriba. :)

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